I Jornadas de Investigación Sanmartiniana

“El General José de San Martin, su figura y protagonismo en el ámbito de los procesos de independencia de América. Estrategias, valores y formas de identificación en el pensamiento sanmartiniano.”

Masonería en la emancipación americana

Autor: Romero Ricardo, Politólogo – UBA/UNSAM. Prof. e Inv. UBA/UCES. Prof. CNBA/CPEL. Director: Proyecto de Investigación “Influencia de la Masonería en la Emancipación Americana”. – Programa Reconocimiento Institucional. Res. C.D. Nº 1060/10 F.C.S. U.B.A.

http://masoneriaindepenenciaamericana.blogspot.com.ar/

politologoromero@gmail.com

Inserción Institucional: – Instituto de Estudios en América Latina y el Caribe – Secretaría Investigación – Facultad de Ciencia Sociales – Universidad de Buenos Aires.

Cátedra Historia Política Latinoamericana. Carrera Ciencia Política y Gobierno – Facultad de Ciencias Jurídicas y Gobierno – Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales.

Título de la Ponencia: Influencia de la Masonería en la emancipación americana

Que en la emancipación americana actuaron masones, no es una novedad, y este dato ni siquiera sería relevante si tenemos presente que también lo hicieron militares, intelectuales, curas, comerciantes o esclavos.

Aunque si observamos las referencias políticas que destacan en el proceso de independencia, especialmente en las campañas libertarias, observamos que la partencia a la institución de la escuadra y el compás es permanente.

De hecho, la Logia Lautaro es la organización emblemática del análisis historiográfico, que debe su nombre a los relatos que contó Bernardo O´Higgins a Miranda sobre la oposición que realizó el toqui mapuche Lautaro a la dominación española de Chile en el siglo XVI. En sus principales objetivos estaba la de lograr la independencia de América, para establecer una confederación de repúblicas. Seguían la línea de los Caballeros Racionales, Logia creada en 1807 y que luego tomaría en Cádiz el nombre mismo de Lautaro.

Es interesante ver que la masonería llega de la mano de los liberales españoles y no de los ingleses, como critica la línea revisionista. De hecho, cuando llegan San Martín y Alvear a Buenos Aires en 1812, venían actuando en logias previas en el territorio, entre la más reconocidas fueron las Independencia, una que levantó columnas en 1795 y otra del mismo nombre que trabajaron desde 1806 hasta confluir en la Lautaro.

Si bien son logias de influencia masónica, las mismas eran operativas, con lo cual podían salirse del ritualismo y concentrarse en los objetivos específicos establecidos.

Además, como comenta José Stevenson Collante, durante el proceso revolucionario, los miembros de la masonería tenían doble investidura, participaban en Logias Regulares Universales y de Logias Operativas de carácter patriótico para la revolución americana. Algunos de los principales miembros a destacar fueron: Francisco de Miranda, Andrés Bello y Simón Bolívar de Venezuela, José María Caro de México, Bernardo O´Higgins de Chiles, Juan Pablo Fretes de Paraguay; y en Argentina actuaron José de San Martín, Carlos de Alvear, Bernardo de Monteagudo, Gervasio Posadas y Tomás Guido, entre otros.

De hecho, una ruptura como la de mayo de 1810 no se produce en una semana, como se presenta a veces la epopeya en los calendarios escolares. Lo cierto es, que desde finales de siglo XVIII, las ideales liberales se propagarían desde las aulas universitarias, especialmente en Chuquisaca, a través de jóvenes que fueron iniciados en estas estructuras que adoptarían la forma organizativa de las Logias masónicas.

Por ejemplo, en el Río de la Plata, la Logia Independencia, aliada a la Sociedad de los Siete, que articula una estrategia plasmada en el Plan de Operaciones, donde su punto central sería la independencia. Proyecto que se logrará consolidar con el accionar de San Martín, también apuntalado por una Logia de estructura masónica, la Lautaro, que reorientaría el esquema de avanzar por el Alto Perú por el de cruzar los Andes y liberar Chile y luego ir desde el mar para lograr la independencia del Perú.

En definitiva, si bien no se desconoce la participación de comerciantes, militares, curas, indios, mujeres, afros o niños en la lucha por la libertad, se propone analizar el aporte organizativo e ideológico de los masones que marcaron los primeros pasos de nuestra historia como base de nuestro presente, entendiéndolos como los partidos de cuadros de las revoluciones americanas.

Masonería

Podemos definir a la masonería como una Sociedad filantrópica, filosófica y progresista. A su vez, define que “La Orden asienta sus principios en los ideales de Libertad, IgualdadFraternidad; y considera que el hombre puede alcanzar su realización a través de la Ciencia, la Justicia y el Trabajo (trilogía que constituye su lema). Estos ideales, que en el seno de nuestra Institución no sólo se expresan sino que se hacen realidad, fueron los que inspiraron a hombres de todos los tiempos a la hora de enfrentar y combatir regímenes opresores, despóticos o que negaban la dignidad de la condición humana”.

Concluye la definición, presentando a la masonería con una “tradición iniciática compuesta por símbolos y alegorías, el lenguaje masónico trata de operar en lo profundo de la conciencia para sacar a la luz aquellos arquetipos que distinguen a los hombres cabales. De esta forma la Masonería se erige en defensora del progreso de la humanidad, y se manifiesta acérrima enemiga de la ignorancia, el fanatismo y la codicia”.

El concepto de “francmasonería” deviene del francés, donde franc significa “libre” y mason, “albañil”. La masonería reivindica sus orígenes desde el tiempo de la construcción del Templo de Salomón, a partir de la leyenda de Hiram de Tiro, quien dirigió los albañiles que lo construyeron. Desde esa alegoría, reivindican a los obreros de las grandes obras arquitectónicas, como los constructores de las pirámides de Egipto. También existen corrientes que reivindican influencias en la Orden de los Templarios, los caballeros Rosa Cruces y los Humanistas del renacimiento.

En términos institucionales, la masonería se constituye oficialmente en 1717, a partir de la formación de la Gran Logia de Londres y Westwinter, con su primer Gran Maestro Anthony Sayer. Desde 1723, la Gran Logia adoptó como principios base, conocidos como Land Marks, la Constitución de Anderson, que rige en la masonería tradicional hasta la actualidad. La misma tiene fuertes reivindicaciones a la Tolerancia, sin embargo, excluye a las mujeres de la participación de la orden.

El formato organizativo, especialmente los esquemas secretos y los principios de tolerancia, resultaban atractivos para quienes impulsaban la libertad política frente a los gobiernos monárquicos absolutistas. En plena secularización y revoluciones republicanas, la masonería se expandió fuertemente en Europa y posteriormente en América Latina.

En principio, las organizaciones masónicas eran corrientes internas que respondían a la Gran Logia de Londres, sin embargo, la formación del Gran Oriente de Francia, provocó otra vertiente, tanto organizativa como ideológica de la organización. Esta división persiste en la actualidad, donde las llamadas regular, impulsada desde Inglaterray liberal y no dogmática, desplegada desde Francia.

La versión británica se caracteriza por creer en Dios, rechazan el dogmatismo, no aceptan mujeres y no permiten relación con Logias que lo hagan. Rechazan la discusión sobre política y religión.

En tanto que la masonería francesa, liberal y no dogmática, acepta la iniciación de mujeres, es agnóstica y acepta creyentes y ateos, y están abiertos a debates políticos y de cualquier tipo.

Ambas corrientes comparten la práctica iniciática, que implica un ritual de ingreso a la orden. Desarrollan prácticas simbólicas y alegóricas para transmitir sus conocimientos. Comparten los tres grados básicos (aprendiz, compañero y maestro) y desarrollan un programa de formación según el rito que se practique, 18 grados en el York, 33 en el Escocés Antiguo y Aceptado y 5 en el Francés (el utilizado durante la emancipación, según comenta Emilio Corbiere).

Más allá que el concepto de Dios y la interpretación de la vida, junto a fuertes simbologías religiosas que forman parte de los rituales masónicos, es incorrecto comprenderla como una religión. Tal como se señala, al ser una organización filosófica, busca en su enseñanza un espacio ecuménico y tolerante, especialmente frente al oscurantismo religioso de su época de fundación. En tal sentido, sus doctrinas, códigos morales, niveles de autoridad, templos, ritos, altares, vestimentas, días festivos y proclamas pueden asemejarse a prácticas religiosas, incluso imitadas de las mismas, como la judeo-cristiana, toda la simbología es recomprendida.

Cabe decir, que la masonería surge como una respuesta alternativa y una propuesta de ennoblecimiento de la humanidad, en base a la Libertad y la Igualdad, a partir de la fraternidad y la tolerancia. Implica también una ruptura con el dogmatismo religioso y una apertura a la razón y la conciencia humana, como base de sus acciones, impulsando una alta formación moral y ética.

Logias operativas

La masonería entiende este proceso de constitución propia, separada de las corporaciones operativas de albañiles, como un pasaje a una organización especulativa, o meramente reflexiva. En tal sentido, sus Logias regulares, generalmente se establecen con objetivos temáticos diversos: ciencia, esoterismo, derecho, etc.

Sin embargo, los masones pueden organizarse en forma de Logia para desarrollar actividades específicas fuera de la masonería, en lo que ellos entienden como sociedad profana. A este tipo organizativo se la denominan Logias Operativas, que tienen la particularidad de buscar objetivos, de diferente tipo, y generalmente se disuelven concluidos los mismos.

Que adopten formato organizativo de logias y estén constituidas por masones, no las convierte en Logias masónicas. Este es un punto importante para comprender el rol de la masonería en el proceso emancipatorio.

Tal como señala Emilio Corbiere: “El error de muchos historiadores masónicos y antimasónicos es que no hablan de las logias operativasSon eminentemente políticas; no son las logias de formación espiritual y cultural. También hay, en el Oriente, masonerías que responden a otros ritos. Creo que tiene la ideología del libre pensamiento, que es algo común es todas estas organizaciones. Pero a veces aparecen, en momentos excepcionales, logias operativas que se caracterizan por tener un solo objetivo político«( Corbière, Emilio J., La Masonería, política y sociedades secretas en la Argentina, Editorial Sudamericana, Bs. As., 1998).

Amplía Corbiere: “… mientras las logias simbólicas funcionan como centros iniciáticos (en términos más sencillos de estudio y formación personal), las operativas son creadas con un fin y objeto determinado. (…) las logias operativas  (…) desarrollan su actividad dentro de un período de tiempo determinado, cesando luego en su acción.”  (Pág. 192: )

Por ende, las logias operativas son el nexo directo con la política. En tal sentido, sostiene Corbiere:La masonería no es ajena a la realidad de su tiempo. No mira pasar los hechos sino que trata de influenciar en los mismos” (…)  “Pero esa participación masónica desde el siglo XIX se ha realizado a través de logias o talleres operativos cuya característica es la de tener una vigencia determinada en el tiempo, que se mide en relación con el cumplimiento del objetivo” (Pág. 207 ). 

Esta diferenciación no es baladí, porque mientras los historiadores se desviven por buscar la procedencia masónica o no de los miembros de las Logias, dejan de lado el análisis de las logias, que al ser operativas toman prácticas y están formadas por masones, pero tienen un accionar autónomo a la masonería.

El funcionamiento de una Logia Masónica, que funciona en forma cerrada, con miembros “iniciados” (aceptados por sus hermanos), que accede a los toques y palabras clave para recibir la formación del grado de la Cámara (Asamblea) en la que ha sido recibido, permitió el funcionamiento secreto de las sociedades en tiempos de persecución. Es así, que esta forma organizativa, facilita el funcionamiento de organizaciones en forma secreta, con los fines que inspiraban las revoluciones liberales.

Incluso, desde la riqueza que aporta la politología, el concepto de “Partido de Cuadros”, que describe generalmente los formatos organizativos de las células leninistas, centralmente basados en miembros de vanguardia, con alta formación y convencimiento ideológico, permite pensar a las Logias Operativas como formas similares que adoptaron los cuadros revolucionarios republicanos. Este punto es fundamental como aporte para comprender los hechos políticos que derivaron en la emancipación americana.

Muchas veces se presenta la epopeya de mayo como un hecho que sucede en una Semana y concluye con la foto del Billiken. Sin embargo, una ruptura de esas características no se produce de la noche a la mañana, como a veces cuenta la historia.

Un análisis político, es ver que lo cierto es que gracias a la combinación de las ideas liberales del siglo XVIII y las organizaciones en logias de los masones que participaron en la revolución, se puede entender la gestión del desenlace del movimiento que comenzó con la reacción criolla ante la dominación española.

Se da entonces la conocida como trilogías revolucionaria de Mayo: organización- ideología – masones, especialmente desde Chuquisaca, que a través de jóvenes que fueron iniciados en estas estructuras, donde la forma organizativa de las Logias masónicas se torna crucial.

Además, explica que los militantes de primera línea, por ejemplo de la Revolución de Mayo, (Mariano Moreno, Bernardo de Monteagudo, José Ignacio Gorriti, José Mariano Serrano y Juan José Castlli) que estudiaron junto a hombres como Manuel Rodriguez Quiroga, protagonista de la independencia de Ecuador; Mariano Alejo, precursor de la revolución peruana; y Jaime de Zudañez, que lideró los movimientos de Charcas y redactor de las constituciones de Chile, Argentina y Uruguay, y quien fuera primer Presidente de la Corte Suprema de Justicia en el país oriental.

Emancipación americana

El proceso de emancipación americana debe comprender a partir del desmoronamiento del complejo edificio administrativo que construyeron las potencias europeas, especialmente España, en  América.

Si bien el Tratado de Tordesillas en 1494 repartió entre España y Portugal las tierras a ser conquistadas, el proceso de colonización se desplegó a largo de trescientos años, especialmente durante el siglo XVI, donde ambas coronas estuvieron unificadas, y donde desplegaron una estructura administrativa de cinco virreinatos (4 españoles y un portugués) para desplazar a los pueblos originarios y someterlos a la extracción de riquezas, especialmente oro. Ese andamiaje colonial caerá como castillo de naipes, en apenas 20 años, en un proceso que va desde las Invasiones Inglesas hasta la muerte de Fernando VII.

Las acciones de resistencia estuvieron presente durante el proceso de colonización, como las desarrolladas en Chile por el líder araucano Lautaro, a partir del establecimiento de la estructura colonial, se dieron diversas rebeliones, con características y finalidades específicas pero que son antecedentes del movimiento independentista, como la rebelión de Guillén de Lampart en México (1640-43); Revoluciones de los Comuneros en Paraguay (1721-35); la del canario Juan Francisco de León contra el monopolio de la Compañía Guipuzcoana en Venezuela (1748); el levantamiento Maya liderado por Jacinto Canek en Yucatán-México en 1761 y el levantamiento quechua aymara liderado por José Gabriel Túpac Amaru en el Cuzco-Perú en los años 1780 y 1781, serían base inspiradora de los jóvenes universitarios en Chuquisaca, donde destaca la Tesis Doctoral de Mariano Moreno, en defensa de los derechos de los indígenas. A su vez, podemos sumar los levantamientos en la órbita portuguesa, especialmente la Inconfidencia Mineira, liderada por Tiradentes en 1789.

Un factor geopolítica internacional, sin duda, es la expansión capitalista del centro de la Revolución Industrial, Gran Bretaña, que buscará bases en el continente para extender la colocación de sus productos y conseguir materias primas y alimentos a su base económica.

Así, estas revueltas internas se potenciarían con los cambios en el contexto internacional, especialmente con la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa, que provoca la caída de la monarquía, inspirando los ideales de Libertad – Igualdad y Fraternidad. De hecho, la primera Independencia en Latinoamérica se da en Haití en 1808, liderados por el masón Petión, que reclamaban el alcance de ciudadanía que la incipiente República Francesa les negaba. A su vez, la resistencia a la embestida británica para avanzar en la conquista de la región, desató una conciencia hispanoamericana que impulsaría la independencia de la región.

La crisis del Imperio Español se profundizó con la expansión napoleónica y el fortalecimiento de los criollos que avanzaban sobre las estructuras administrativas de las colonias y ya no querían tributar a una potencia en decadencia, más cuando ésta les exigía más a cambio de mera subordinación. De esta forma, se concentraron en tomar el control de los cabildos y de allí dirigir el control de las administraciones coloniales a partir de la formación de Juntas de Gobierno, que tras la caída de Fernando VII no se subordinaron a las Cortes de Cádiz ni a la Junta Suprema Central.

Juntas de gobierno autónomas americanas

Año Día Nombre Ubicación País actual Líderes
1808 5 de agosto Junta de México Virreinato de Nueva España México Francisco Primo de Verdad
Melchor de Talamantes
José de Iturrigaray
1808 21 de septiembre Junta de Montevideo Virreinato del Río de la Plata Uruguay Francisco Javier de Elío
1809 25 de mayo Revolución de Chuquisaca Virreinato del Río de la Plata Bolivia Bernardo de Monteagudo
Jaime de Zudáñez
1809 16 de julio Junta Tuitiva en La Paz Virreinato del Río de la Plata Bolivia Pedro Murillo
1809 10 de agosto Primera Junta de Quito Virreinato de Nueva Granada Ecuador Juan Pío Montúfar
1810 19 de abril Junta Suprema de Caracas Capitanía General de VenezuelaVirreinato de Nueva Granada Venezuela Francisco de Miranda
Martín Tovar Ponte
José de las LlamozasJuan Germán Roscio
1810 22 de mayo Junta de Cartagena Nuevo Reino de Granada Colombia José María García de Toledo
1810 25 de mayo Primera Junta de Buenos Aires Virreinato del Río de la Plata Argentina Cornelio Saavedra
Mariano Moreno
Manuel Belgrano
1810 3 de julio Junta extraordinaria de Santiago de Cali Nuevo Reino de Granada Colombia Joaquín de Caycedo y Cuero
1810 20 de julio Junta de Santa Fe Nuevo Reino de Granada Colombia Francisco José de Caldas
Camilo Torres
1810 16 de septiembre Grito de Dolores Virreinato de Nueva España México Miguel Hidalgo y Costilla
1810 18 de septiembre Primera Junta Nacional de Gobierno de Chile Reino de Chile (Capitanía General de Chile) Chile Mateo de Toro y Zambrano
Juan Martínez de Rozas
1811 27 de febrero Grito de Asencio Virreinato del Río de la Plata Uruguay Pedro José Viera
Venancio Benavides
1811 15 de mayo Junta del Paraguay Virreinato del Río de la Plata Paraguay Pedro Juan Caballero
Fulgencio Yegros
Gaspar Rodríguez de Francia
1811 20 de junio Bando al pueblo de Tacna Virreinato del Perú Perú Francisco Antonio de Zela
1811 5 de noviembre Primera Junta de San Salvador Capitanía General de GuatemalaVirreinato de Nueva España El Salvador Manuel José Arce
Leandro Fagoaga
José Matías Delgado
1814 3 de agosto Rebelión del Cuzco virreinato del Perú Perú José Angulo
Mateo Pumacahua

Las Juntas que proliferaron a lo largo del viejo sistema colonial, que si bien actuaban en primera instancia en nombre de Fernando VII, tras el regreso de éste a la Corona española, decididamente impulsaron la independencia de la región frente a la ofensiva española, que en el mapa americano había reducido el movimiento emancipatorio a la Junta de Mayo en 1815, especialmente cuando se adopta el Plan Maytland, que consistía en el osado cruce de Los Andes. De allí en más, la decidida acción de San Martín en el Sur y Bolívar en el Norte revertirían la tendencia.

En esa campaña emancipadora, además de San Martín y Bolívar podemos contar los nombres de: Francisco de Miranda, José María Morelos, Eugenio Espejo, Miguel Hidalgo, Simón Bolívar, José Miguel Lanza, José Artigas, Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño, José de Fábrega, José Miguel Carrera, Bernardo O´Higgins, Antonio José de Sucre, Manuel Belgrano, Martín Guemes, Joaquín Olmedo, León de Febres Cordero y Fulgencio Yegros, entre otros. El hilo conductor de todos ellos es la masonería, eje articulador de la emancipación americana.

Masones en la Revolución

La figura de Francisco de Miranda puede resultar controvertida, sin embargo es quien comienza a impulsar la organización de las Logias revolucionarias que llevarán adelante la emancipación americana. En primera instancia, fue promotor ante el Supremo Consejo de la Francmasonería Primitiva de Francia para conseguir la autorización en 1795 para desarrollar una Logia Madre del Rito con los refugiados de las colonias hispanoamericanas que residían en Francia, Inglaterra, Holanda y otros países europeos.

Así como la Logia Operativa “Ideólogos” que actuó durante la Revolución Francia, se constituyó una agrupación externa que firmó el “Pacto entre Diputados de villas y provincias de América Meridional” en 1797, con representantes de México, Perú, Chile, La Plata, Venezuela, Nueva Granada y Cuba. Esta organización, se trasladó a Londres en 1798, donde Mirando logró un acuerdo con William Pitt, primer ministro de Gran Bretaña, para apoyar el proceso emancipatorio.

De esta manera, se funda la Gran Logia Hispanoamericana, a partir de la formación de las Logias para impulsar la emancipación: «Lautaro» N°. 1, «Caballeros Racionales» N°. 2 y «Unión Americana» N°. 3. La Logia «Lautaro» debía pre-ocuparse, de preferencia, en sus trabajos por los asuntos de los pueblos de la costa del Atlántico de la América delSur; la de «Caballeros Racionales» por los de la costa del Pacífico y la de «Unión Americana» por los de Nueva Es-paña hasta Panamá, incluyendo las Antillas.

A estas agrupaciones comenzaron a sumarse miembros, donde la figura de Bernardo O´Higgins sería destacable, porque luego de su traslado a Cádiz en abril de 1799, sería el encargado de fundar la Logia «Caballeros Racionales de Cadiz» N°. 4. Posteriormente, se fundaría la Logia “Caballeros Racionales N° 7, relevante porque tuvo entre sus miembros a Carlos María de Alvear y fue la organización que garantizó el salvoconducto para que el Gral. San Martín viaje al Río de la Plata, fue en esta región, donde las operaciones emancipadoras comenzaron.

La Ciudad de Santa María de los Buenos Ayres se había convertido en capital del flamante Virreinato del Río de la Plata, estructura creada para custodiar el vínculo comercial abierto con el asedio inglés. Esto provocaría una articulación de quienes se venían perjudicados por el monopolio español, especialmente criollos, y la principal potencia en expansión.

Así, en el año 1793, se celebra un pacto entre Francisco de Miranda y grupos masónicos organizados en la cuenca del plata, representados por Saturnino Rodríguez Peña, por el cual se acordó el apoyo de tropas inglesas para lograr el proceso de emancipación americana, sin implicar la subordinación a la Corona Británica.

Es así, que al producirse las Invasiones en 1806 y 1807, se incumple con el pacto al tratar de imponer la soberanía inglesa, lo que desató un movimiento de resistencia, encabezados por Juan José Castelli, donde comienza a manifestarse el accionar de la Logia Independencia.

Las logias masónicas en el Río de la Plata tenían sus antecedentes desde fines siglo XVIII, donde levantaron columnas la “San Juan de Jerusalén para esta parte de América – 1804” con Carta Constitutiva de la Gran Logia de Marylan y la legendaria “Independencia”,  cuyo  primer funcionamiento data de 1795, con reconocimiento de la Gran Logia General Escocesa de Francia (antecedente del actual Gran Oriente Francés) y que luego se refundaría en 1801, bajo la veneratura de Julián Alvarez, decididamente, esta Logia impulsaría la formación de un gobierno autónomo en los hechos de mayo del 1810.

Cuando llega a las costas del Río de la Plata la noticia de la caída del gobierno español, se precipitan los acontecimientos para concretar la formación de una Junta. Que si bien hubo una primera arremetida con una salida intermedia, la nominación del Virrey Cisneros como presidente, definitivamente, la formación de la Sociedad de los Siete, el ala radicalizada de la Logia Independencia, condicionó los acontecimientos para formar un gobierno con cabeza en Cornelio Saavedra. De esta manera, el Cabildo Abierto del año 1810, nombró la Junta integrada de la siguiente forma: Presidente: General Cornelio Saavedra (Masón), Secretarios: Mariano Moreno (Masón, miembro de la Logia Independencia) y Juan José Paso, (masón miembro de la Logia Independencia y la Sociedad de los siete), Vocales: Manuel Belgrano, (Masón miembro de la Logia Independencia, Sociedad de los siete, Logia Lautaro, VM:. De la Logia Argentina y posteriormente denominada Logia Unidad Argentina de la ciudad de Tucumán), Miguel de Azcuénaga, Juan José Castelli, (masón VM:. De la Logia Independencia), Domingo Mathéu, (Masón Logia Independencia), Juan Larrea (masón Logia Independencia) y Manuel Alberti. (masón Logia Independencia y Sociedad de los siete).-

En la Logia Independencia y la Sociedad de los Siete, militaban Manuel Belgrano, Manuel Moreno e Hipólito Vieytes, quienes pertenecían a la Logia Caballeros Racionales N° 7 de Cádiz. Será la Logia Independencia que propiciará la formación de y la Logia Lautaro y facilitará el arribo de la Corbeta Canning, en 1812, con Alvear, Zapiola y San Martín, este último responsable de llevar adelante la campaña emancipadora en el Sur.

En tanto que en el norte del sur de América, el mismo Francisco de Miranda impulsó la formación de Logias Lautarinas en la Gran Colombia, con figuras como Bello, Sucre, Simón Rodriguez y Bolívar, éste último responsable de llevar adelante la campaña emancipadora en el Norte.

Tras un largo periplo de batallas y liberación de pueblos, América Latina paso a paso fue conquistando su independencia a partir de los acuerdos de Guayaquil, entre San Martín y Bolívar, que no según nuevas investigaciones no fue solo la delegación militar al venezolano, sino una encomienda diplomática secreta al argentino para lograr el apoyo de la emancipación en el viejo continente, tal como

Incluso Brasil, que si bien tiene una transición diferente, la formación de una monarquía heredada del Rey portugués, cabe acotar que el nuevo monarca Pedro I asumió bajo una Constitución impulsada por masones, del que destaca José de Bonifacio. Si bien existían grupos republicanos, como Gonçales Ledo, recién en 1889, Brasil lograría constituirse como República.

Congresos Constituyentes Nacionales y Declaraciones de Independencia

Virreinato o territorio emancipado Año Fecha Declaración Nombre País actual
Capitanía General de Venezuela 1811 5 de julio Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela Confederación Americana de Venezuela Venezuela
Virreinato de Nueva Granada 1811 15 de julio Constitución de Cundinamarca Provincias Unidas de la Nueva Granada Colombia
Virreinato de Nueva Granada 1811 11 de septiembre Independencia de Cartagena Estado Libre de Cartagena Colombia
Virreinato del Río de la Plata 1813 31 de enero Asamblea General Constituyente del Año 1813 Provincias Unidas del Río de la Plata Argentina y Uruguay (incluía a Bolivia y Paraguay)
Gobierno de las Misiones Guaraníes delVirreinato del Río de la Plata 1813 12 de octubre Primera constitución paraguaya Independencia paraguaya Paraguay
Virreinato de Nueva España 1813 13 de septiembre Independencia de la América Septentrional Congreso de Chilpancingo México
Gobernación de Montevideo del Virreinato del Río de la Plata 1815 29 de junio Congreso de Oriente Liga Federal Uruguay
Virreinato del Río de la Plata 1816 29 de junio Declaración de independencia de la Argentina Congreso de Tucumán Argentina
Capitanía General de Chile 1818 12 de febrero Acta de Independencia de Chile Historia del constitucionalismo chileno Chile
Virreinato de Nueva Granada y Capitanía General de Venezuela 1819 17 de diciembre Congreso de Cúcuta Gran Colombia ColombiaVenezuelaEcuador yPanamá
Gobierno de Guayaquil del Virreinato del Perú 1820 8 de noviembre Independencia de Guayaquil Provincia Libre de Guayaquil Ecuador
Virreinato del Perú 1821 28 de julio Declaración de Independencia Congreso Constituyente del Perú (1822) Perú
Capitanía General de Guatemala 1821 15 de septiembre Independencia de Centroamérica   GuatemalaEl Salvador,HondurasNicaragua y Costa Rica
Provincia de Nueva España 1821 28 de septiembre Acta de Independencia del Imperio Mexicano Junta Provisional Gubernativa México
Provincia del Istmo y Provincia de Veragua del virreinato de Nueva Granada 1821 28 de noviembre Acta de Independencia de Panamá Independencia de Panamá Panamá
Provincia de Charcas del Virreinato del Río de la Plata 1825 6 de agosto Declaración de Independencia de Bolivia Asamblea General de Diputados de las Provincias del Alto Perú Bolivia

Conclusiones

La exposición de este trabajo focaliza en el accionar de las Logias, por lo que no pretende ser excluyente de otros sujetos participantes en el proceso emancipatorio, como mujeres, afrosdescendientes o pueblos originarios. Simplemente analizó el rol organizativo que aportaron las Logias a la emancipación americana, destacando la importancia estratégica del proceso. Incentiva así a dar luz al estudio de una organización que formó los Partidos de Cuadros de las revoluciones hispanoamericanas. Resta hacer un balance crítico de sus influencias políticas y culturales.

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