Los agnósticos en la Masonería

GOMU 1961
La cuestión de la admisión de los agnósticos en la Masonería es delicada y depende de la interpretación de los principios fundamentales de la Tradición masónica. Si nuestra obediencia siguiera estrictamente la tradición anglosajona, que exige la fe en un Ser Supremo, entonces un agnóstico podría tener dificultades para ser admitido. Sin embargo, tenemos una cierta apertura interpretativa, por lo que se puede sostener su aceptación con los siguientes argumentos:
El Agnóstico No es un Ateo
El agnosticismo no niega la existencia de Dios, sino que sostiene que su existencia o naturaleza no pueden conocerse con certeza. Esto es muy diferente del ateísmo, que rechaza explícitamente la idea de un principio superior. Un agnóstico, por lo tanto, puede estar abierto a la búsqueda espiritual y a la exploración del significado de lo divino, aunque aún no tenga una certeza personal.
La Búsqueda de la Verdad es un Deber Masónico
La Masonería no impone dogmas de fe, pero exige a sus miembros que busquen la Verdad. Un agnóstico sincero es, por definición, un buscador de la verdad, que no excluye la posibilidad de la existencia de un principio divino. Si acepta trabajar sobre sí mismo y sobre su comprensión del mundo espiritual, puede considerarse apto.
El Gran Arquitecto del Universo Como Símbolo Universal
Muchas Obediencias interpretan al Gran Arquitecto del Universo no como una divinidad específica, sino como un principio regulador, un orden cósmico o la suma de las leyes del universo. Un agnóstico puede aceptar esta visión simbólica sin contradecir sus convicciones.
La Masonería Acoge a Todos los Hombres de Buena Voluntad
Si un agnóstico comparte los principios masónicos de fraternidad, moralidad y elevación del hombre, y acepta trabajar en la construcción del Templo interior, puede considerarse un candidato válido. Su posición filosófica no debería ser un obstáculo, siempre que reconozca la necesidad de un principio trascendente, aunque sea indefinido.
Existen Precedentes Históricos y Diferencias entre las Obediencias
En la historia de la Masonería ha habido logias que han aceptado agnósticos e incluso deístas. Esto demuestra que no existe una única interpretación sobre esta cuestión.
El GOMU 1961 acepta este enfoque, por lo que se puede formular una reflexión que permita la admisión de agnósticos sinceros, siempre que tengan apertura a la búsqueda de un principio superior, aunque no esté definido dogmáticamente.
Filippo Gammicchia, G:.M:.
Richard Marty, S:.G:.C:.
Bucarest, 21 de junio de 2020