Regla de Tres en la Francmasonería.

En los tres primeros grados de la Francmasonería: Aprendiz, Compañero y Maestro, el candidato conoce sus herramientas de trabajo. En cada grado, recibe tres herramientas, que se explican e incluso el lugar donde se utilizarán. Esto se observa en la Francmasonería inglesa en el Ritual de Emulación, donde los Rituales son completos y no presentan manipulaciones ni lagunas, en comparación con la R.E.A.A., donde en la ceremonia del tercer año no hay un pasaje donde se entreguen las herramientas al Maestro, ni se le indica dónde trabajará con estos elementos. Por otro lado, la ceremonia del Maestro de la R.E.A.A. no incluye las alegorías completas de Hiram Abí, de la Reina Balkis ni las leyendas que se mencionan en Escocia, como en la Capilla de Rosslyn, y en Inglaterra, en la Catedral de York. Minster, donde se menciona la construcción de una tercera columna conocida como el «Pilar del Aprendiz». Esta alegoría relata muchos aspectos, además de la muerte del Maestro del Gremio a causa de su ego, y en sí misma ofrece enseñanzas muy significativas.

Siguiendo con las herramientas, no es casualidad que haya tres en cada grado. Esto también se relaciona con el Etz Jaim o Árbol Sefirótico, que también sigue un patrón de tres. Aquí, desde la masonería, se nos dice que hay una herramienta activa, otra pasiva y otra que representa el equilibrio. Lo mismo ocurre con el Etz Jaim o Árbol Sefirótico, que se compone de una sefirá activa, otra pasiva y otra que representa el equilibrio.

Aquí también se encuentra la dualidad: «todo tiene su par de opuestos», pero tanto en la masonería como en la Cábala, se nos muestra una tercera: el equilibrio entre las dos polaridades.

Una vez comprendido esto, debe quedar claro que el Maestro Masón o superior no se queda estancado en el blanco o negro, en el bien o en el mal, porque todo lo extremo nos lleva al desequilibrio. Debemos dominar el equilibrio entre el bien y el mal, lograr el equilibrio entre las polaridades para encontrar la armonía. En resumen, al comprender esto, se revela el camino hacia la Trascendencia. Equilibrar lo positivo con lo negativo no es tarea fácil, ya que nos encontramos en este plano material donde la Ley de la Dualidad se manifiesta con fuerza. Sin embargo, si nos entrenamos para dominar ambas polaridades, encontraremos este equilibrio, aunque sea momentáneo. Además, cuanto más practiquemos, más fácil será encontrar el camino que conduce a esto con mayor frecuencia.

Ate: S. K. T. Luis (Tempelriddaren).