En este 1° de Mayo de 6020 v:. l:., quienes integramos la Gran Logia Regular Argentina queremos reivindicar el Día Internacional de los derechos de les Trabajadores, recuperando el legado que nos dejaron los Mártires de Chicago, esos sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en Estados Unidos por su lucha en la búsqueda de una jornada laboral reducida que les permita tener un tiempo de vida diario para cultivar su humanidad. Su huelga comenzó un 1° de Mayo alcanzado su punto más álgido el 4 de mayo de 1886 e:. v:.
Posteriormente, la Segunda Internacional Socialista en su Congreso de París de 1889 e:. v:., estableció el 1° de mayo como Jornada de Reivindicación y luego se estableceria como Día Internacional de los Derechos de los (hoy les) Trabajadores, por su adopción en la mayoría de los países.
Masonería y el 1° de Mayo
Si bien la masonería como organización especulativa es caracterizada como una organización iniciática Filosófica, Filantrópica y Progresista, tiene sus raíces operativas en los gremios constructores de Catedrales, siendo su base simbólica y organizativa una herencia de los obreros picapiedreros.
También es cierto, que la masonería presenta miembros gran aporte intelectual, político y cultural, como en Argentina, que van desde los líderes de mayo hasta diferentes presidentes de la nación. Pero justo es reivindicar también la labor operativa de masones que llevaban su impronta a barrios de obreros sosteniendo la enseñanza del nivel y proporcionando la letra G (Gnosis) a los excluidos sociales.
Por eso, vale reivindicar también la inserción masónica, de la mano del Partido Socialista en los barrios obreros de La Boca y Barracas, dónde se pueden encontrar aportes de la masonería como la Casa del Pueblo; la Sociedad Luz y el Templo de Hijos del Trabajo; así mismo la elección del primer Diputado Socialista de América Latina, el Q:. H:. Alfredo Palacios, quien fuera iniciado en la Resp:. Log:. Libertad N° 48.
Masonería y el trabajo hoy
En momentos en que una pandemia ataca sin piedad a la humanidad, interpelando sus egoísmos y mesquindades, entendemos que es necesario recuperar esa labor mancomunada que impulsaba la Igualdad como base esencial para la Libertad, para constituir así un lazo fraternal, hoy con el aporte de la sororidad, como Columnas esenciales del Templo a construir.
Estamos seguros, que esas enseñanzas esotéricas viscerales que dejaron los obreros en nuestra identidad masónica, será la reflexión la salida exoterica de nuestra labor operativa y nos colocará al frente del resurgir de la esperanza humana.
Ciudad
de Buenos Aires, a los 16 días del mes de abril de 2020
Excelentísimo
Sr. Presidente:
Dr. Alberto
Fernández
————————————
S/D
Ref: Carta Abierta al
Sr. Presidente
De nuestra
mayor consideración
Por la presente, la Gran Logia Regular Argentina y su
Supremo Consejo Grado 33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República
Argentina manifiestan su compromiso y brindan su apoyo a la gestión
presidencial en sus acciones de prevención frente la pandemia global del
COVID-19.
Queremos hacerles llegar desde nuestro lugar en la
Masonería nuestra adhesión incondicional a la labor desplegada por el Gobierno
del Estado Nacional para alcanzar el bienestar general de la sociedad.
Hoy como ayer,
cuando en el marco de la epidemia de fiebre amarilla que asoló a nuestro país
en el siglo XIX, el Dr. Roque Pérez, primer Gran Maestre de la Gran Logia
Argentina, no dudó en ofrendar su propia vida para auxiliar a sus semejantes,
la Masonería argentina del siglo XXI se alista para ayudar a derrotar al SARS-
Cov2, en la convicción de que toda la ciudadanía debe converger fraternalmente,
sin divisiones de ningún tipo, en la noble causa de resguardar la salud y la
integridad de nuestra población.
Guiados por los principios de Igualdad y Fraternidad
que han orientado nuestra acción a lo largo de la historia de nuestro país, nos
ponemos a disposición en lo que podamos colaborar para superar este difícil
momento que nos toca atravesar.
Por estas razones, dejamos esta Carta y nos ponemos en Pie y al Orden para sumarnos a tan digno desafío, saludando a Ud. con nuestra más distinguida consideración.
“El General José de San Martin, su figura y protagonismo en el ámbito de los procesos de independencia de América. Estrategias, valores y formas de identificación en el pensamiento sanmartiniano.”
Masonería en la emancipación americana
Autor: Romero Ricardo, Politólogo – UBA/UNSAM. Prof. e Inv. UBA/UCES. Prof. CNBA/CPEL. Director: Proyecto de Investigación “Influencia de la Masonería en la Emancipación Americana”. – Programa Reconocimiento Institucional. Res. C.D. Nº 1060/10 F.C.S. U.B.A.
Inserción Institucional: – Instituto de Estudios en América Latina y el Caribe – Secretaría Investigación – Facultad de Ciencia Sociales – Universidad de Buenos Aires.
Cátedra Historia Política Latinoamericana. Carrera Ciencia Política y Gobierno – Facultad de Ciencias Jurídicas y Gobierno – Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales.
Título de la Ponencia: Influencia de la Masonería en la emancipación americana
Que en la emancipación americana actuaron masones, no es una novedad, y este dato ni siquiera sería relevante si tenemos presente que también lo hicieron militares, intelectuales, curas, comerciantes o esclavos.
Aunque si observamos las referencias políticas que destacan en el proceso de independencia, especialmente en las campañas libertarias, observamos que la partencia a la institución de la escuadra y el compás es permanente.
De hecho, la Logia Lautaro es la organización emblemática del análisis historiográfico, que debe su nombre a los relatos que contó Bernardo O´Higgins a Miranda sobre la oposición que realizó el toqui mapuche Lautaro a la dominación española de Chile en el siglo XVI. En sus principales objetivos estaba la de lograr la independencia de América, para establecer una confederación de repúblicas. Seguían la línea de los Caballeros Racionales, Logia creada en 1807 y que luego tomaría en Cádiz el nombre mismo de Lautaro.
Es interesante ver que la masonería llega de la mano de los liberales españoles y no de los ingleses, como critica la línea revisionista. De hecho, cuando llegan San Martín y Alvear a Buenos Aires en 1812, venían actuando en logias previas en el territorio, entre la más reconocidas fueron las Independencia, una que levantó columnas en 1795 y otra del mismo nombre que trabajaron desde 1806 hasta confluir en la Lautaro.
Si bien son logias de influencia masónica, las mismas eran operativas, con lo cual podían salirse del ritualismo y concentrarse en los objetivos específicos establecidos.
Además, como comenta José Stevenson Collante, durante el proceso revolucionario, los miembros de la masonería tenían doble investidura, participaban en Logias Regulares Universales y de Logias Operativas de carácter patriótico para la revolución americana. Algunos de los principales miembros a destacar fueron: Francisco de Miranda, Andrés Bello y Simón Bolívar de Venezuela, José María Caro de México, Bernardo O´Higgins de Chiles, Juan Pablo Fretes de Paraguay; y en Argentina actuaron José de San Martín, Carlos de Alvear, Bernardo de Monteagudo, Gervasio Posadas y Tomás Guido, entre otros.
De hecho, una ruptura como la de mayo de 1810 no se produce en una semana, como se presenta a veces la epopeya en los calendarios escolares. Lo cierto es, que desde finales de siglo XVIII, las ideales liberales se propagarían desde las aulas universitarias, especialmente en Chuquisaca, a través de jóvenes que fueron iniciados en estas estructuras que adoptarían la forma organizativa de las Logias masónicas.
Por ejemplo, en el Río de la Plata, la Logia Independencia, aliada a la Sociedad de los Siete, que articula una estrategia plasmada en el Plan de Operaciones, donde su punto central sería la independencia. Proyecto que se logrará consolidar con el accionar de San Martín, también apuntalado por una Logia de estructura masónica, la Lautaro, que reorientaría el esquema de avanzar por el Alto Perú por el de cruzar los Andes y liberar Chile y luego ir desde el mar para lograr la independencia del Perú.
En definitiva, si bien no se desconoce la participación de comerciantes, militares, curas, indios, mujeres, afros o niños en la lucha por la libertad, se propone analizar el aporte organizativo e ideológico de los masones que marcaron los primeros pasos de nuestra historia como base de nuestro presente, entendiéndolos como los partidos de cuadros de las revoluciones americanas.
Masonería
Tal como figura en su página oficial, la Gran Logia Argentina de Aceptados y Libres Masones define a la masonería como una Sociedad filantrópica, filosófica y progresista. A su vez, define que “La Orden asienta sus principios en los ideales de Libertad, Igualdady Fraternidad; y considera que el hombre puede alcanzar su realización a través de la Ciencia, la Justicia y el Trabajo (trilogía que constituye su lema). Estos ideales, que en el seno de nuestra Institución no sólo se expresan sino que se hacen realidad, fueron los que inspiraron a hombres de todos los tiempos a la hora de enfrentar y combatir regímenes opresores, despóticos o que negaban la dignidad de la condición humana”.
Concluye la definición, presentando a la masonería con una “tradición iniciática compuesta por símbolos y alegorías, el lenguaje masónico trata de operar en lo profundo de la conciencia para sacar a la luz aquellos arquetipos que distinguen a los hombres cabales. De esta forma la Masonería se erige en defensora del progreso de la humanidad, y se manifiesta acérrima enemiga de la ignorancia, el fanatismo y la codicia”.
El concepto de “francmasonería” deviene del francés, donde franc significa “libre” y mason, “albañil”. La masonería reivindica sus orígenes desde el tiempo de la construcción del Templo de Salomón, a partir de la leyenda de Hiram de Tiro, quien dirigió los albañiles que lo construyeron. Desde esa alegoría, reivindican a los obreros de las grandes obras arquitectónicas, como los constructores de las pirámides de Egipto. También existen corrientes que reivindican influencias en la Orden de los Templarios, los caballeros Rosa Cruces y los Humanistas del renacimiento.
En términos institucionales, la masonería se constituye oficialmente en 1717, a partir de la formación de la Gran Logia de Londres y Westwinter, con su primer Gran Maestro Anthony Sayer. Desde 1723, la Gran Logia adoptó como principios base, conocidos como Land Marks, la Constitución de Anderson, que rige en la masonería tradicional hasta la actualidad. La misma tiene fuertes reivindicaciones a la Tolerancia, sin embargo, excluye a las mujeres de la participación de la orden.
El formato organizativo, especialmente los esquemas secretos y los principios de tolerancia, resultaban atractivos para quienes impulsaban la libertad política frente a los gobiernos monárquicos absolutistas. En plena secularización y revoluciones republicanas, la masonería se expandió fuertemente en Europa y posteriormente en América Latina.
En principio, las organizaciones masónicas eran corrientes internas que respondían a la Gran Logia de Londres, sin embargo, la formación del Gran Oriente de Francia, provocó otra vertiente, tanto organizativa como ideológica de la organización. Esta división persiste en la actualidad, donde las llamadas regular, impulsada desde Inglaterray liberal y no dogmática, desplegada desde Francia.
La versión británica se caracteriza por creer en Dios, rechazan el dogmatismo, no aceptan mujeres y no permiten relación con Logias que lo hagan. Rechazan la discusión sobre política y religión.
En tanto que la masonería francesa, liberal y no dogmática, acepta la iniciación de mujeres, es agnóstica y acepta creyentes y ateos, y están abiertos a debates políticos y de cualquier tipo.
Ambas corrientes comparten la práctica iniciática, que implica un ritual de ingreso a la orden. Desarrollan prácticas simbólicas y alegóricas para transmitir sus conocimientos. Comparten los tres grados básicos (aprendiz, compañero y maestro) y desarrollan un programa de formación según el rito que se practique, 18 grados en el York, 33 en el Escocés Antiguo y Aceptado y 5 en el Francés (el utilizado durante la emancipación, según comenta Emilio Corbiere).
Más allá que el concepto de Dios y la interpretación de la vida, junto a fuertes simbologías religiosas que forman parte de los rituales masónicos, es incorrecto comprenderla como una religión. Tal como se señala, al ser una organización filosófica, busca en su enseñanza un espacio ecuménico y tolerante, especialmente frente al oscurantismo religioso de su época de fundación. En tal sentido, sus doctrinas, códigos morales, niveles de autoridad, templos, ritos, altares, vestimentas, días festivos y proclamas pueden asemejarse a prácticas religiosas, incluso imitadas de las mismas, como la judeo-cristiana, toda la simbología es recomprendida.
Cabe decir, que la masonería surge como una respuesta alternativa y una propuesta de ennoblecimiento de la humanidad, en base a la Libertad y la Igualdad, a partir de la fraternidad y la tolerancia. Implica también una ruptura con el dogmatismo religioso y una apertura a la razón y la conciencia humana, como base de sus acciones, impulsando una alta formación moral y ética.
Logias operativas
La masonería entiende este proceso de constitución propia, separada de las corporaciones operativas de albañiles, como un pasaje a una organización especulativa, o meramente reflexiva. En tal sentido, sus Logias regulares, generalmente se establecen con objetivos temáticos diversos: ciencia, esoterismo, derecho, etc.
Sin embargo, los masones pueden organizarse en forma de Logia para desarrollar actividades específicas fuera de la masonería, en lo que ellos entienden como sociedad profana. A este tipo organizativo se la denominan Logias Operativas, que tienen la particularidad de buscar objetivos, de diferente tipo, y generalmente se disuelven concluidos los mismos.
Que adopten formato organizativo de logias y estén constituidas por masones, no las convierte en Logias masónicas. Este es un punto importante para comprender el rol de la masonería en el proceso emancipatorio.
Tal como señala Emilio Corbiere: “El error de muchos historiadores masónicos y antimasónicos es que no hablan de las logias operativas. Son eminentemente políticas; no son las logias de formación espiritual y cultural. También hay, en el Oriente, masonerías que responden a otros ritos. Creo que tiene la ideología del libre pensamiento, que es algo común es todas estas organizaciones. Pero a veces aparecen, en momentos excepcionales, logias operativas que se caracterizan por tener un solo objetivo político«( Corbière, Emilio J., La Masonería, política y sociedades secretas en la Argentina, Editorial Sudamericana, Bs. As., 1998).
Amplía Corbiere: “… mientras las logias simbólicas funcionan como centros iniciáticos (en términos más sencillos de estudio y formación personal), las operativas son creadas con un fin y objeto determinado. (…) las logias operativas (…) desarrollan su actividad dentro de un período de tiempo determinado, cesando luego en su acción.” (Pág. 192: )
Por ende, las logias operativas son el nexo directo con la política. En tal sentido, sostiene Corbiere: ”La masonería no es ajena a la realidad de su tiempo. No mira pasar los hechos sino que trata de influenciar en los mismos” (…) “Pero esa participación masónica desde el siglo XIX se ha realizado a través de logias o talleres operativos cuya característica es la de tener una vigencia determinada en el tiempo, que se mide en relación con el cumplimiento del objetivo” (Pág. 207 ).
Esta diferenciación no es baladí, porque mientras los historiadores se desviven por buscar la procedencia masónica o no de los miembros de las Logias, dejan de lado el análisis de las logias, que al ser operativas toman prácticas y están formadas por masones, pero tienen un accionar autónomo a la masonería.
El funcionamiento de una Logia Masónica, que funciona en forma cerrada, con miembros “iniciados” (aceptados por sus hermanos), que accede a los toques y palabras clave para recibir la formación del grado de la Cámara (Asamblea) en la que ha sido recibido, permitió el funcionamiento secreto de las sociedades en tiempos de persecución. Es así, que esta forma organizativa, facilita el funcionamiento de organizaciones en forma secreta, con los fines que inspiraban las revoluciones liberales.
Incluso, desde la riqueza que aporta la politología, el concepto de “Partido de Cuadros”, que describe generalmente los formatos organizativos de las células leninistas, centralmente basados en miembros de vanguardia, con alta formación y convencimiento ideológico, permite pensar a las Logias Operativas como formas similares que adoptaron los cuadros revolucionarios republicanos. Este punto es fundamental como aporte para comprender los hechos políticos que derivaron en la emancipación americana.
Muchas veces se presenta la epopeya de mayo como un hecho que sucede en una Semana y concluye con la foto del Billiken. Sin embargo, una ruptura de esas características no se produce de la noche a la mañana, como a veces cuenta la historia.
Un análisis político, es ver que lo cierto es que gracias a la combinación de las ideas liberales del siglo XVIII y las organizaciones en logias de los masones que participaron en la revolución, se puede entender la gestión del desenlace del movimiento que comenzó con la reacción criolla ante la dominación española.
Se da entonces la conocida como trilogías revolucionaria de Mayo: organización- ideología – masones, especialmente desde Chuquisaca, que a través de jóvenes que fueron iniciados en estas estructuras, donde la forma organizativa de las Logias masónicas se torna crucial.
Además, explica que los militantes de primera línea, por ejemplo de la Revolución de Mayo, (Mariano Moreno, Bernardo de Monteagudo, José Ignacio Gorriti, José Mariano Serrano y Juan José Castlli) que estudiaron junto a hombres como Manuel Rodriguez Quiroga, protagonista de la independencia de Ecuador; Mariano Alejo, precursor de la revolución peruana; y Jaime de Zudañez, que lideró los movimientos de Charcas y redactor de las constituciones de Chile, Argentina y Uruguay, y quien fuera primer Presidente de la Corte Suprema de Justicia en el país oriental.
Emancipación americana
El proceso de emancipación americana debe comprender a partir del desmoronamiento del complejo edificio administrativo que construyeron las potencias europeas, especialmente España, en América.
Si bien el Tratado de Tordesillas en 1494 repartió entre España y Portugal las tierras a ser conquistadas, el proceso de colonización se desplegó a largo de trescientos años, especialmente durante el siglo XVI, donde ambas coronas estuvieron unificadas, y donde desplegaron una estructura administrativa de cinco virreinatos (4 españoles y un portugués) para desplazar a los pueblos originarios y someterlos a la extracción de riquezas, especialmente oro. Ese andamiaje colonial caerá como castillo de naipes, en apenas 20 años, en un proceso que va desde las Invasiones Inglesas hasta la muerte de Fernando VII.
Las acciones de resistencia estuvieron presente durante el proceso de colonización, como las desarrolladas en Chile por el líder araucano Lautaro, a partir del establecimiento de la estructura colonial, se dieron diversas rebeliones, con características y finalidades específicas pero que son antecedentes del movimiento independentista, como la rebelión de Guillén de Lampart en México (1640-43); Revoluciones de los Comuneros en Paraguay (1721-35); la del canario Juan Francisco de León contra el monopolio de la Compañía Guipuzcoana en Venezuela (1748); el levantamiento Maya liderado por Jacinto Canek en Yucatán-México en 1761 y el levantamiento quechua aymara liderado por José Gabriel Túpac Amaru en el Cuzco-Perú en los años 1780 y 1781, serían base inspiradora de los jóvenes universitarios en Chuquisaca, donde destaca la Tesis Doctoral de Mariano Moreno, en defensa de los derechos de los indígenas. A su vez, podemos sumar los levantamientos en la órbita portuguesa, especialmente la Inconfidencia Mineira, liderada por Tiradentes en 1789.
Un factor geopolítica internacional, sin duda, es la expansión capitalista del centro de la Revolución Industrial, Gran Bretaña, que buscará bases en el continente para extender la colocación de sus productos y conseguir materias primas y alimentos a su base económica.
Así, estas revueltas internas se potenciarían con los cambios en el contexto internacional, especialmente con la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa, que provoca la caída de la monarquía, inspirando los ideales de Libertad – Igualdad y Fraternidad. De hecho, la primera Independencia en Latinoamérica se da en Haití en 1808, liderados por el masón Petión, que reclamaban el alcance de ciudadanía que la incipiente República Francesa les negaba. A su vez, la resistencia a la embestida británica para avanzar en la conquista de la región, desató una conciencia hispanoamericana que impulsaría la independencia de la región.
La crisis del Imperio Español se profundizó con la expansión napoleónica y el fortalecimiento de los criollos que avanzaban sobre las estructuras administrativas de las colonias y ya no querían tributar a una potencia en decadencia, más cuando ésta les exigía más a cambio de mera subordinación. De esta forma, se concentraron en tomar el control de los cabildos y de allí dirigir el control de las administraciones coloniales a partir de la formación de Juntas de Gobierno, que tras la caída de Fernando VII no se subordinaron a las Cortes de Cádiz ni a la Junta Suprema Central.
Las Juntas que proliferaron a lo largo del viejo sistema colonial, que si bien actuaban en primera instancia en nombre de Fernando VII, tras el regreso de éste a la Corona española, decididamente impulsaron la independencia de la región frente a la ofensiva española, que en el mapa americano había reducido el movimiento emancipatorio a la Junta de Mayo en 1815, especialmente cuando se adopta el Plan Maytland, que consistía en el osado cruce de Los Andes. De allí en más, la decidida acción de San Martín en el Sur y Bolívar en el Norte revertirían la tendencia.
En esa campaña emancipadora, además de San Martín y Bolívar podemos contar los nombres de: Francisco de Miranda, José María Morelos, Eugenio Espejo, Miguel Hidalgo, Simón Bolívar, José Miguel Lanza, José Artigas, Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño, José de Fábrega, José Miguel Carrera, Bernardo O´Higgins, Antonio José de Sucre, Manuel Belgrano, Martín Guemes, Joaquín Olmedo, León de Febres Cordero y Fulgencio Yegros, entre otros. El hilo conductor de todos ellos es la masonería, eje articulador de la emancipación americana.
Masones en la Revolución
La figura de Francisco de Miranda puede resultar controvertida, sin embargo es quien comienza a impulsar la organización de las Logias revolucionarias que llevarán adelante la emancipación americana. En primera instancia, fue promotor ante el Supremo Consejo de la Francmasonería Primitiva de Francia para conseguir la autorización en 1795 para desarrollar una Logia Madre del Rito con los refugiados de las colonias hispanoamericanas que residían en Francia, Inglaterra, Holanda y otros países europeos.
Así como la Logia Operativa “Ideólogos” que actuó durante la Revolución Francia, se constituyó una agrupación externa que firmó el “Pacto entre Diputados de villas y provincias de América Meridional” en 1797, con representantes de México, Perú, Chile, La Plata, Venezuela, Nueva Granada y Cuba. Esta organización, se trasladó a Londres en 1798, donde Mirando logró un acuerdo con William Pitt, primer ministro de Gran Bretaña, para apoyar el proceso emancipatorio.
De esta manera, se funda la Gran Logia Hispanoamericana, a partir de la formación de las Logias para impulsar la emancipación: «Lautaro» N°. 1, «Caballeros Racionales» N°. 2 y «Unión Americana» N°. 3. La Logia «Lautaro» debía pre-ocuparse, de preferencia, en sus trabajos por los asuntos de los pueblos de la costa del Atlántico de la América delSur; la de «Caballeros Racionales» por los de la costa del Pacífico y la de «Unión Americana» por los de Nueva Es-paña hasta Panamá, incluyendo las Antillas.
A estas agrupaciones comenzaron a sumarse miembros, donde la figura de Bernardo O´Higgins sería destacable, porque luego de su traslado a Cádiz en abril de 1799, sería el encargado de fundar la Logia «Caballeros Racionales de Cadiz» N°. 4. Posteriormente, se fundaría la Logia “Caballeros Racionales N° 7, relevante porque tuvo entre sus miembros a Carlos María de Alvear y fue la organización que garantizó el salvoconducto para que el Gral. San Martín viaje al Río de la Plata, fue en esta región, donde las operaciones emancipadoras comenzaron.
La Ciudad de Santa María de los Buenos Ayres se había convertido en capital del flamante Virreinato del Río de la Plata, estructura creada para custodiar el vínculo comercial abierto con el asedio inglés. Esto provocaría una articulación de quienes se venían perjudicados por el monopolio español, especialmente criollos, y la principal potencia en expansión.
Así, en el año 1793, se celebra un pacto entre Francisco de Miranda y grupos masónicos organizados en la cuenca del plata, representados por Saturnino Rodríguez Peña, por el cual se acordó el apoyo de tropas inglesas para lograr el proceso de emancipación americana, sin implicar la subordinación a la Corona Británica.
Es así, que al producirse las Invasiones en 1806 y 1807, se incumple con el pacto al tratar de imponer la soberanía inglesa, lo que desató un movimiento de resistencia, encabezados por Juan José Castelli, donde comienza a manifestarse el accionar de la Logia Independencia.
Las logias masónicas en el Río de la Plata tenían sus antecedentes desde fines siglo XVIII, donde levantaron columnas la “San Juan de Jerusalén para esta parte de América – 1804” con Carta Constitutiva de la Gran Logia de Marylan y la legendaria “Independencia”, cuyo primer funcionamiento data de 1795, con reconocimiento de la Gran Logia General Escocesa de Francia (antecedente del actual Gran Oriente Francés) y que luego se refundaría en 1801, bajo la veneratura de Julián Alvarez, decididamente, esta Logia impulsaría la formación de un gobierno autónomo en los hechos de mayo del 1810.
Cuando llega a las costas del Río de la Plata la noticia de la caída del gobierno español, se precipitan los acontecimientos para concretar la formación de una Junta. Que si bien hubo una primera arremetida con una salida intermedia, la nominación del Virrey Cisneros como presidente, definitivamente, la formación de la Sociedad de los Siete, el ala radicalizada de la Logia Independencia, condicionó los acontecimientos para formar un gobierno con cabeza en Cornelio Saavedra. De esta manera, el Cabildo Abierto del año 1810, nombró la Junta integrada de la siguiente forma: Presidente: General Cornelio Saavedra (Masón), Secretarios: Mariano Moreno (Masón, miembro de la Logia Independencia) y Juan José Paso, (masón miembro de la Logia Independencia y la Sociedad de los siete), Vocales: Manuel Belgrano, (Masón miembro de la Logia Independencia, Sociedad de los siete, Logia Lautaro, VM:. De la Logia Argentina y posteriormente denominada Logia Unidad Argentina de la ciudad de Tucumán), Miguel de Azcuénaga, Juan José Castelli, (masón VM:. De la Logia Independencia), Domingo Mathéu, (Masón Logia Independencia), Juan Larrea (masón Logia Independencia) y Manuel Alberti. (masón Logia Independencia y Sociedad de los siete).-
En la Logia Independencia y la Sociedad de los Siete, militaban Manuel Belgrano, Manuel Moreno e Hipólito Vieytes, quienes pertenecían a la Logia Caballeros Racionales N° 7 de Cádiz. Será la Logia Independencia que propiciará la formación de y la Logia Lautaro y facilitará el arribo de la Corbeta Canning, en 1812, con Alvear, Zapiola y San Martín, este último responsable de llevar adelante la campaña emancipadora en el Sur.
En tanto que en el norte del sur de América, el mismo Francisco de Miranda impulsó la formación de Logias Lautarinas en la Gran Colombia, con figuras como Bello, Sucre, Simón Rodriguez y Bolívar, éste último responsable de llevar adelante la campaña emancipadora en el Norte.
Tras un largo periplo de batallas y liberación de pueblos, América Latina paso a paso fue conquistando su independencia a partir de los acuerdos de Guayaquil, entre San Martín y Bolívar, que no según nuevas investigaciones no fue solo la delegación militar al venezolano, sino una encomienda diplomática secreta al argentino para lograr el apoyo de la emancipación en el viejo continente, tal como
Incluso Brasil, que si bien tiene una transición diferente, la formación de una monarquía heredada del Rey portugués, cabe acotar que el nuevo monarca Pedro I asumió bajo una Constitución impulsada por masones, del que destaca José de Bonifacio. Si bien existían grupos republicanos, como Gonçales Ledo, recién en 1889, Brasil lograría constituirse como República.
Congresos Constituyentes Nacionales y Declaraciones de Independencia
La exposición de este trabajo focaliza en el accionar de las Logias, por lo que no pretende ser excluyente de otros sujetos participantes en el proceso emancipatorio, como mujeres, afrosdescendientes o pueblos originarios. Simplemente analizó el rol organizativo que aportaron las Logias a la emancipación americana, destacando la importancia estratégica del proceso. Incentiva así a dar luz al estudio de una organización que formó los Partidos de Cuadros de las revoluciones hispanoamericanas. Resta hacer un balance crítico de sus influencias políticas y culturales.
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Ferreira, Tito Livio, A maçoneria na independencia brasileira, Editora.1962.
“Asunción
del Presidente de la República: Dr. Alberto Fernández»
La GLRA Saluda y festeja
en este día de la Democracia y los Derechos Humanos, tan caro y simbólico a los
sentimientos y la historia Argentina, la asunción del presidente Alberto
Fernández.
Consideramos que es de vital
importancia para los ciudadanos de este país recuperar derechos adquiridos en
décadas anteriores, y avanzar hacia conquistas pendientes para romper
definitivamente las cadenas del yugo qué esclaviza la conciencia la libertad de
decidir, ya sea por motivos de leches instituidas y anticuadas o por carencias
económicas.
En ese sentido, apoyamos
y estaremos a favor de una rápida restitución del poder adquisitivo de los
trabajadores, d la revisión de la deuda externa adquirida durante estos años, y
de la discusión parlamentaria de temas sensibles pero que merecen una discusión
democrática como la ley por el aborto legal seguro y gratuito.
Por último, llamamos a la
Concordia nacional como lo hicieran masones que nos precedieron en la historia
Argentina: la grieta debe ser cerrada definitivamente, hermana no nos como
pueblo como nación y como ciudadanos.
Es menester condenar, aun
así desde el discurso de las diligencias se hace un llamado a la paz y la
tolerancia, cuando las bases de apoyo de una idea política que denosta,
persigue e insulta a los otros, pidiendo cárcel sin ningún tipo de juicio
previo, venganza o mensajes de odio tanto étnico como ideológico.
Noche de los Museos 2019 “El Pelle. Masonería, simbolismo y arquitectura” *
por Ricardo Romero.**
El recorrido propone destacar la presencia masónica en el Pellegrini a partir de marcar masones, simbolismo y destaque arquitectónico presente en el edificio de la sede la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.
El 19 de febrero de 1890 mediante un decreto del Carlos Pellegrini – Vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo- se creó la «Escuela de Comercio de la Capital de la República», que comenzó a funcionar en un edificio de Alsina 1552.
En 1905 se autorizó la adquisición del terreno ubicado en la calle Charcas (hoy Marcelo T. de Alvear) entre Callao y Ríobamba que se inauguraría en 1909 y en el que funciona actualmente.
Su Arquitecto Gino Aloisi, aquitecto italiano, aporta con su estilo al proceso de modernización arquitectónica que vivía Argentina de principio de siglo XX de cara al Centenario de la Revolución de Mayo.
Frente
Como frente se puede observar un esquema simétrico de un centro con costados de 7 ventanas a cada lado, cuya numerología refiere a la conformación de la Logia Justa y Perfecta.
Puerta de Ingreso
Se aprecia a la presencia referencial a la República y a la Libertad en el contexto modernizante que impulsaba la época con mirada a Francia.
Escalera de Ingreso
La escalera de ingreso tiene diez escalones que indican la Fortuna y la perfección.
Hall Central
En el Hall podemos hacer referencia al ingreso a un Templo, donde las bases de las columnas indican la construcción de ese edificio intelectual.
Columnas Principales
Respecto la mirada masónica, se basa en la alegoría al Templo del Rey Salomón con sus Columnas principales la J y la B, que en los ritos solares permitía marcar el inicio de los Solsticios.
Sarmiento
En una de esas Columnas se encuentra Sarmiento, quien en la historia argentina se lo coloca como un referente de la educación, también podemos destacar su paso por la masonería, fue iniciado en la Logia Unión Fraternal de Valparaíso, Chile, el 31 de julio de 1854, poco tiempo después fue uno de los fundadores de la Logia Unión del Plata Nº 1 de la que fue su primer Orador (representante de la ley masónica).
El 18 de abril de 1882 se afilió a la Respetable Logia Obediencia a la ley Nº 13, Previamente, en 1860, había recibido el Grado 33, máximo de la organización masónica, junto a Justo José de Urquiza, Bartolomé Mitre, Santiago Derqui y Juan Andrés Gelly y Obes.
El 12 de mayo de 1882 asumió como Gran Maestre de la Masonería Argentina, en fórmula electoral con Leandro N. Alem.
Pellegrini
Carlos Pellegrini se inició masón en la Respetable Logia Regeneración número 5, trabajó en la Logia Docente y fue Venerable Maestro (Presidente) de la Logia Nacional.
Fue uno de los fundadores del Gran Oriente del Rito Argentino de la que era Gran Maestre al momento de su deceso, el 17 de julio de 1906.
La Respetable Logia Confraternidad Argentina número 2 organizó al día siguiente la solemne ceremonia de homenaje a su memoria.
Manuel Belgrano
Manuel Belgrano fue iniciado en la «Logia Independencia» a fines de siglo XVIII en Buenos Aires.
Como derivación de la «Logia Independencia», Belgrano integró la «Sociedad de los Siete», número de pertenencia claramente masónico, fundada por Juan José Castelli, miembro y Venerable Maestro de la «Logia Independencia». El grupo se reunió con la máxima discreción desde 1801 en la Jabonería de Vieytes y en el domicilio particular de Rodríguez Peña. Las acciones de la «Sociedad de los Siete» alcanzaron sus objetivos el 25 de mayo de 1810. Varios de sus integrantes pasaron a ocupar los principales cargos en la Primera Junta de Gobierno Patrio.
También con la denominación de «Logia Independencia», funcionó hacia 1810 una continuadora de la anterior, presidida por Julián Álvarez. Esa dependencia masónica colaboró muy activamente en la constitución de la «Logia Lautaro».
Algunas fuentes historiográficas señalan que posteriormente Manuel Belgrano fue Venerable Maestro (Presidente) de la «Logia Argentina» en Tucumán cuando comandó el Ejército del Norte y otras indican que esa logia también contó con la participación de José de San Martín. Esa unidad masónica se denominó después «Logia Unidad Argentina» y trabajó en San Miguel de Tucumán.
Santiago Fitz Simon
Fitz Simonen1878 asumió como rector del Colegio Nacional de Corrientes, cargo que había ocupado su padre hasta el momento de sufallecimiento.
En 1888 Fitz Simón fue designado Inspector General de Educación Secundaria, Normal y Especial de la Nación, incorporando el fútbol y los juegos atléticos, para varones, en todos los programas escolares del país.
De la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini fue designado director entre 1893 y 1914, luego del retiro de John Ryan, que fue el primero.
Existe un lazo con la masonería a través de Benjamin A. Gould, que de la mano de otro masón: Domingo Faustino Sarmiento, fue iniciado en la Logia Unión Fraternal N° 1 de Santiago, Chile, alrededor de 1854. Fue Gould quien vincularía a Fitz Simón con la masonería y hoy reconocido por los orientes como tal.
Escaleras
Tienen una combinación de trilogía: 1-2-3, que implican la numerologría de la Perfección, como las trinidades religiosas o triadas simbólicas.
Simbología del estilo arquitectónico de las Columnas
Las tres columnas están representadas en tres estilos diferentes de la arquitectura griega; Dórico, Jónico, Corintio, representando los tres personajes principales de las Leyendas Masónicas. El Rey Salomón; Hiram, Rey de Tiro e Hiram Abif; quienes intervinieron de una u otra manera, para que se llevara a cabo la construcción del Templo de Salomón.
La Logia descansa sobre tres columnas llamadas Sabiduría, Fuerza y Belleza, estando representadas en el taller por el V.·. M.·., Primer V.·., Segundo V.·., la Sabiduría dirige nuestras acciones, la Fuerza nos sustenta en los momentos de pruebas y dificultades, la Belleza adorna nuestras vidas y nuestras almas.
Finalmente, las tres columnas simbolizan el principio ternario en todas sus expresiones; el número TRES, tiene especial significado para los Aprendices, los principios de la Masonería LIBERTAD – IGUALDAD – FRATERNIDAD – Su Lema CIENCIA – JUSTICIA – TRABAJO, el iniciado debe tener TRES cualidades PUREZA, BELLEZA y CANDOR. Los viajes de Iniciación, son TRES, es conducido simbólicamente a través de los TRES elementos primordiales de la naturaleza: El AIRE, el AGUA y el FUEGO, en su proclamación al Recipiendario se lo aclama tributándole TRES Baterías Simples de Júbilo, su edad es de TRES años.
San Martín
El libertador de Argentina, Chile y Perú fue iniciado masón en la Logia Integridad de Cádiz (1808) cuyo Venerable Maestro (Presidente) era el general Francisco María Solano, Marqués del Socorro. Poco después se afilió a la Logia Caballeros Racionales Nº 3, también de Cádiz, donde recibió el grado de Maestro Masón el 6 de mayo de 1808.
Tras un breve paso por Sevilla, se estableció en Londres durante cuatro meses, allí participó de la fundación de la Logia Caballeros Racionales Nº 7. Con el Conde de Fife, una de las prominentes figuras de la masonería londinense, acordó los detalles finales de su viaje al Río de la Plata a bordo de la fragata George Canning junto a sus hermanos masones Alvear, Zapiola, Holmberg, Chilabert y otros.
Ya en Buenos Aires, en contacto con Julián Álvarez, Venerable Maestro de la Logia Independencia, y con su ayuda fundaron la Logia Lautaro, cuyo primer Venerable Maestro fue Alvear.
La próxima escala masónica de San Martín fue la ciudad de Córdoba, adonde llegó procedente de Salta después de organizar el Ejército del Norte y dejarlo en manos de Martín Miguel de Guemes. El 24 de mayo de 1814, San Martín constituyó la Logia Lautaro de Córdoba, cuya Acta de fundación se conserva. Cinco meses después asumió como Intendente de Cuyo y fundó la Logia Lautaro de Mendoza.
Con su hermano masón Manuel Belgrano y a través de misivas y documentos, instaron entonces a la convocatoria de un Congreso que finalmente se reunió en Tucumán y resolvió la Independencia el 9 de julio de 1816. Tres semanas más tarde, el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón nombró a San Martín como General en Jefe del Ejército de los Andes: el Libertador fundó la Logia del Ejército de Buenos Aires en la que fue designado Venerable Maestro.
Tras el cruce de la cordillera, el Ejército de los Andes triunfó en Chacabuco el 12 de febrero de 1817. El parte de la victoria, redactado por San Martín, lleva su firma y la rúbrica que utilizaba en los documentos masónicos.
A poco de su llegada victoriosa a Lima, San Martín fue proclamado Protector del Perú y en ese carácter tomó algunas disposiciones, entre ellas la clausura de la Inquisición. Destinó sus bienes al aumento y conservación de la Biblioteca de Lima (8 de febrero de 1822). Inmediatamente fundó la Logia Paz y Perfecta Unión de la capital peruana que en la actualidad lleva el número 1 de la Gran Logia del Perú.
Sin solución de continuidad, San Martín programó el encuentro con su hermano masón Simón Bolívar. Los preparativos estuvieron a cargo de la Logia Estrella de Guayaquil.
Al instalarse el Congreso Constituyente del Perú, declinó el mando supremo y embarcó con destino a Londres el 10 de febrero de 1824 después de una corta estada en Mendoza.
Al reencontrarse con el Conde de Fife, pasó un tiempo en Escocia. Asistió a las tenidas masónicas de las logias San Andrés Nº 59 y San Juan Operativo Nº 92. Pasó luego a Bruselas, donde se incorporó a la Logia La Perfecta Amistad que mandó acuñar una medalla de plata en su homenaje, obra del masón Henri Simon, en la que el Libertador aparece de perfil.
Al radicarse en Francia retomó la relación con Alejandro Aguado, Marqués de las Marismas, con quien asistió a las tenidas de la Logia de Ivry, cuyo Venerable Maestro era el doctor Rayer, médico personal de Aguado.
José de San Martín falleció en Boulogne Sur Mer el 17 de agosto de 1850.
Cinco años después, la Logia Unión del Plata de Buenos Aires designó a Domingo Faustino Sarmiento y Santiago R. Albarracín para gestionar una estatua que recordara la memoria del Libertador de Argentina, Chile y Perú. La ceremonia de inauguración se desarrolló el 13 de julio de 1862. Hicieron uso de la palabra los masones Bartolomé Mitre, gobernador de Buenos Aires a cargo del Poder Ejecutivo Nacional, el general Enrique Martínez, en representación del Ejército Argentino, Tomás Guido, amigo íntimo del Prócer, y el general Lucio Mansilla, Comandante de la Guardia de Veteranos. De inmediato, la masonería comenzó las gestiones para la repatriación de los restos de San Martín. El proyecto legislativo fue aprobado, pero la guerra con Paraguay demoró el traslado hasta 1880. La comisión a cargo de esas tareas pensó colocar los restos provisoriamente en la Catedral de Buenos Aires, pero las autoridades eclesiásticas plantearon la objeción de los códigos canónicos que prohíben depositar los restos de un masón en un lugar consagrado. Después de numerosas reuniones y consultas, la iglesia aceptó la construcción de un mausoleo junto a la Catedral, pero fuera del cuadrilátero consagrado. Colocó el ataúd hacia abajo, según la premisa de que quienes fallecen fuera del seno de la iglesia van al infierno que, según esa versión, se encuentra en las entrañas de la tierra. Veinte años después, las autoridades eclesiásticas comenzaron a rendir homenaje al Padre de la Patria.
* Trabajo realizado con asesoramiento del Departamento de Plástica de la ESCCP.
** Profesor y Licenciado en Ciencia Política. Actual Vicerrector de la ESCCP. Profesor e Investigador de la Universidad de Buenos Aires. Especialista en Estudios Masónicos.
Atento a los graves acontecimientos que se vienen sucediendo en los países hermanos de Ecuador y Chile, masones congregados en la Gran Logia Regular de la Argentina nuestra reivindicación y compromiso el respeto de la República, con la defensa de la Democracia y vigencia de los Derechos Humanos. En tal sentido, reclamamos el respeto y vigencia de las instituciones y garantías y rechazamos el uso de la violencia del aparato represivo como forma de resolución de los conflictos. Por lo que alentamos a la ciudadanía en general y los fraternidad masónica en especial, propiciar el diálogo y los acuerdo a fin de lograr la concordancia y convivencia social de nuestros pueblos. Con ese horizonte va nuestro compromiso y labor.
La Gran Logia Regular de la Argentina anima a la ciudadanía y a los poderes públicos a celebrar el Día Mundial del Librepensamiento, en un momento de retroceso de las libertades individuales, de graves recortes sociales y del debilitamiento de las democracias en la región.
Esta fecha conmemora la toma de Roma, en 1870 por las fuerzas de la unificación de Italia, lo que significó la caída definitiva del poder temporal del papado y de sus regímenes políticos de “derecho divino”. Significó, también, un triunfo para las fuerzas democráticas, republicanas y laicas del mundo.
El proyecto laicista, emancipador de los seres humanos de toda forma de opresión ideológica, se une a la celebración de millones de librepensadores de todo el mundo, que en este dia celebrarán, como un homenaje a los hombres y mujeres combatientes de la libertad y de la fraternidad entre los seres humanos y los pueblos.
Masones pertenecientes a la Gran Logia Regular de la Argentina
quieren manifestar su llamado al diálogo y resolución pacífica del
conflicto ante la situación política que se vive en nuestra hermana
República Bolivariana de Venezuela.
Así mismo, apelamos a los lazos fraternales para propiciar instancias
de negociación que eviten derramamiento de sangre y propicie un acuerdo
que evite confrontaciones armadas, especialmente en las Fuerzas Armadas
Bolivariana que tienen el deber de subordinarse a la paz republicana.
Alentamos firmemente la autodeterminación de los pueblos y rechazamos cualquier injerencia sobre la autonomía de los mismos.
Por eso, desde nuestro vínculo de hermandad latinoamericana nos ponemos al pie y a la orden para colaborar en ese camino.
Se encuentra en el sitio de la G:. Lo:. R:. de Argentina por la Igualdad y Libertad de la Humanidad, entidad formada por personas libres y de buenas costumbres, iniciadas en la masonería bajo estatutos y cartas regulares de la cadena universal, con Carta Patente otorgada por el Supremo Consiglio per l’ Italia e sue Dipendenze
G:. Lo:. R:. A:. I:. L:. H:. - Magno Colegio de Ritos Francmasónicos- Academia de Altos Estudios Filosóficos y Simbólicos
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